domingo, noviembre 06, 2005

La reflexión que he escrito la he elaborado en base a las lecturas que he hecho de las demás reflexiones, porque no pude asistir a clase el miércoles. Si no me equivoco y por lo que leí, se habló de la prudencia como una virtud básica para la práctica.

Tras pensar en ello detenidamente, el primer problema que me vino a la cabeza fue ¿cómo utilizar las palabra? Al pensar en la prudencia y tener esta dos acepciones bien distintas, la que utilizamos en la actualidad (más cercana a templanza, cautela y moderación) y la que utilizaban los griegos (una virtud para discernir lo que es bueno y seguirlo), la reflexión se me antojaba dispersa. Además en el diccionario hay otra acepción recogida que esta entre una y otra, "Sensatez y buen juicio".

En todo ese proceso, me descubrí haciendo el camino a la inversa. Trataba de encontrar el proceso que me llevara a la reflexión que de alguna manera ya había elegido. Deseaba cuestionar el extraño vinculo entre práctica y prudencia en el campo de la educación, usando los términos como lo hacemos en la actualidad. Así que tuve que volverme a replantear iniciar la reflexión con el temor de no llegar más que a una perogrullada.

Parto de la experiencia, que reuniendo un poco de aquí y un poco de allá, podría ser "las circunstancias o acontecimientos que nos ocurren en nuestra vida, proporcionandonos conocimientos o habilidades en la medida en las que las sintamos, conozcamos o presenciemos". Es una aproximación de definición eminentemente práctica. Conlleva una parte de acción, de formar parte, de ser consciente.
Como además estamos constantemente en el campo de la educación, hablaré de experiencias educativas. O sea, todas las experiencias que estuvieran relacionadas con educación o educar. Una de las primeras cosas que me quedó claro en la asignatura era el evitar el miedo a posicionarme, siempre habrá tiempo para reconsiderarlo. Esto viene a cuento de que al realizar la misma operación con educación (buscar el significado que más me convenciese) encontre que tenía que afinar más. Esto me hizo pensar en los blogs que ya circulaban con estos debates. En educación encontre:

1. f. Acción y efecto de educar.
2. f. Crianza, enseñanza y doctrina que se da a los niños y a los jóvenes.
3. f. Instrucción por medio de la acción docente.
4. f. Cortesía, urbanidad.

Claro, educar seguía siendo ambiguo, por no hablar de crianza, doctrina, enseñanza o instrucción. Lo que más me gusto era "acción docente", que yo lo encamino por el debate acción Vs terapia. Acción como prevención, campo por excelencia de la educación y terapia como intervención ante un problema. Pues el diccionario eligión acción docente y no intervención docente. A lo que vamos me afane en concretar de todas las palabras cual me rechinaba menos. Pues tras leer todas las definiciones, me toco buscar educación en otro lugar y dí con un concepto mucho más afín a mi pensamiento. Bueno tresy que refundí en uno. "proceso bidireccional no exclusivo de la comunicación oral, para transmitir valores, costumbre, formas de actuar, de ser, de ver el mundo y de socializarse de generaciones anteriores, posibilitando siempre que se creen otras nuevas".

Por último me faltaba por investigar en torno a práctica. Este concepto aparecía ligado a modos de hacer, contacto con la realidad, experiencias, destrezas,... Era un concepto facilmente vinculable a la experiencia (se que es obvio, pero esta semana no dí para mucho, ya lo comprobareís más adelante).

Con esta base y tal como los griegos entendían la prudencia (comprender la diferencia entre el bien y el mal, la conciencia), coincidí plenamente (vaya, que perspicaz que soy, ¿eh?) en la necesidad de ser prudente para llevar a cabo una práctica educativa, que generara una experiencia que a su vez repercutira en esa práctica o en otras posteriores. Claro esta, sin olvidar la parte necesaria de teoría.

Pero que sentido tiene hablar del concepto de prudencia que tenían los griegos. Una realiza una busqueda de prudencia en libros, prensa, personas o internet, y es otra cosa. No es buscar la verdad o discernirla para seguirla. Es más encontre un artículo de Baltasar Gracían ("El arte de la Estrategia". El arte de la prudencia) que enumeraba hasta 300 sentencias de como se prudente y muy pocas hacían relación con el bien o lo bueno (a no ser que entendieramos lo bueno como obtener beneficios o reducir perjuicios sobre uno mismo, pero no creo que fuera la linea de una de las principales virtudes dianoéticas griegas). De hecho unas eran "hacerse indispensable", "estar por encima de la perfección", "conocer las insinuaciones y saber usarlas" o "huir de los asuntos difíciles y peligrosos". Esto es estrategia pura y dura como el nombre del libro indica, pero es que es cierto que la prudencia en la actualidad esta ligada a este concepto. Ahora las estrategías tienen muchos fines: para estar tranquilo, para ascender social o laboralmente,... Pero prudencia tiene más connotaciones actualmente, pues también está muy vinculado a lo religioso, se pueden encontrar muchos artículos respecto a la virtud religiosa de la prudencia, que parte desde las virtudes de Aristóteles o San Agustín.

Intentando concluir, algo que no puedo sostener todo lo que quisiera, creo que aquellos que cultivaran la virtud de la prudencia como nos la transmitió Aristoteles, serían buenos educadores, aunque no dejarían de tener problemas en el sistema. Por todos es sabido que no siempre lo bueno es lo necesario en ese momento o en ese lugar. Pero si entiendo prudencia como creo que se entiende ahora, los prudentes no harían educación. Educar supone llevar a cabo acciones, que como siempre nos dicen varían con cada educando, acciones que en ocasiones se apoyan en parte en las teorías, pero que al llevarlas a cabo se alejan en mayor o menor medida de ese campo teórico. Supone arriesgar, aprender constantemente, equivocarse,... creo que podría decirse que los educadores y las educadoras, al menos durante algunas etapas o momentos pasamos muy lejos de la prudencia, somos imprudentes.

Espero que alguien entienda algo y le suplico que me consteste algo para centrarme un poco. De veras que esto no ocurre por la presión de tener que escribir, puesto que llevo tres días con estas ideas en la cabeza y no consigo madurarlas.

Buenas tardes, noches

3 comentarios:

David dijo...

Hola Alvaro.
La verdad es que tu comentario no está mal. Vas bastante afinado. Sólo para que veas como ha cambiado el concepto de prudencia desde la antigüedad hasta la actualidad te diré que Sócrates fue un hombre prudente cuando se bebió la cicuta y hoy casi nadie la atribuiría ese adjetivo.
Además para darte otras pistas. Te diré que la prudencia entra en juego cuando la técnica no tiene la respuesta, cosa que en educación pasa muy a menudo.

Roberto Iza Valdés dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Alvaro dijo...

Muchas gracias. Que animo me ha entrado.
Me alegra que alguien entendiera lo que pretendia expresar.
Sólo quería recoger este agradecimiento porque tampoco se donde debería de dejarlo.

Insisto gracias