domingo, diciembre 18, 2005

Buenas noches, que raro, otra vez escribiendo el blog el domingo a última hora. Voy a hacerme mirar eso algún día y espero que lo pueda arreglar.
Antes de nada quiero compartir con todas vosotras que estoy en crisis. Me explico. Estoy en crisis porque me esta tocando revisar argumentos de los que pensaba que tenía bastante clarificados en la cabeza y alguna grieta esta apareciendo. Pero no es una crisis que me llene de ansiedad, como aparentemente debería de ser por lo que supone replantearse ideas afianzadas en una misma. Esta reflexión me ha llevado a dos ideas, o bien no estaban tan asentados esos planteamientos o existe algún factor externo que esta sirviendo de filtro positivo.

La primera opción no sería desdeñable, porque partiendo de un concepto universal de educación como proceso vital y constante, podría decirse que siempre estamos en constante revisión y las ideas mantienen siempre un estado de cambio. Pero es absurdo pensar que uno no tiene convicciones en las que cree firmemente. De todas maneras esa hipótesis, seguía sin aclarar el cómo estaba vivenciando esta crisis. Las posibles respuestas las encontré en mi segundo planteamiento.

¿Cuál es el factor externo o añadido (sería una mejor definición) que me ayuda a canalizar la crisis de esta manera? Creo que está siendo el proceso por el que estoy llegando a la situación. Esto en crisis porqué me planteó cosas que de repente no considero muy seguras. Acerca de una de ellas escribí en el blog, la creencia en el ser humano. La otra sería la seducción a la que estoy siendo sometida por ciertos planteamientos denominados liberales, principalmente en lo educativo. Esto eran algunos ejemplos para dimensionar el tamaño de la crisis. Pero a estos planteamientos se les une un proceso muy bonito de mucha reflexión y descubrimiento. Explico esto para ajustarlo.

Esa sensación no la tenía desde hacía mucho, la ilusión por cambiar a un enfoque o sentir que creo más en algunos conceptos que sustituyen a otros en los que no creía, es una sensación jubilosa. Me siento bien a pesar de sentirme incoherente o cínico. Entenderme bien, no es que esos sentimientos me hagan sentir bien, son el como he llegado hasta ahí. A veces lo comparo con la ilusión de los primeros descubrimientos infantiles que te llevaban a investigar, buscar o pretender saber más, sé que parece un poco exagerado o auto halagador, peor es lo más cercano que recuerdo/vivencio del gusto por saber en sí mismo.

A esto yo mismo también me he ido refutando y de alguna manera respondiendo. No tengo esa ansiedad de crisis porqué tampoco estoy llegando al fondo, a las entrañas. Estoy en la barca que lleva a Avalon, preguntándome como será, tramando hipótesis, pero en el momento en el que me posicione (frente a otros como es lógico) la ansiedad llegará porqué lo removido es mucho y es difícil asentarlo.

Atención que esto era la introducción.

Había escrito una reflexión sobre educación pero tras leerla antes de publicar el blog, no me siento seguro de hacerlo, así que la compartiré con vosotras, en otro momento. Quizás el miércoles que vayamos unos pocos….

Besos